Papa Francisco en Canadá

Pidió perdón a los indígenas por crímenes racistas.
El Papa Francisco fue recibido por la gobernadora Mary Simon y el primer ministro canadiense Justin Trudeau además de varios indígenas con sus trajes típicos que cantaban canciones en su idioma. Poco después Francisco se retiró a descansar en el seminario de St. Joseph a unos 35km del aeropuerto.
Se trata del viaje número 37 del pontífice argentino, que no es el primer Papa que visita Canadá. Antes lo hizo Juan Pablo II en tres oportunidades (1984,1987, 2002)
La idea del Papa es visitar a los indígenas originarios de Canadá en sus propios territorios y pedirles perdón por los dramas que muchos de ellos sufrieron en los centros educativos financiados por el Estado canadiense pero controlados muchos por la Iglesia, explicó el portavoz de la oficina de prensa vaticana Matteo Bruni. En estas escuelas, conocidas como “escuelas residenciales”, los niños indígenas eran obligatoriamente internados para, según el Estado y la Iglesia, educarlos, evangelizarlos y asimilarlos. Se habla de 139 escuelas en todo el país que frecuentaron unos 150.000 niños indígenas. Se descubrió después que miles de niños murieron allí (entre 4.000 y 6.000) a consecuencia de violaciones de diverso tipo. Muchos fueron enterrados en fosas comunes en torno a esos lugares.
“Queridos hermanos y hermanas -escribió el Papa en un tweet antes de partir -, voy a Canadá para encontrar a los pueblos indígenas. Espero que, con la gracia de Dios, este peregrinaje de penitencia pueda contribuir al camino de la reconciliación que ya se ha emprendido. Por favor, acompáñenme con la plegaria”. El lema del viaje es precisamente “Caminar juntos”.
El Gran Jefe de la comunidad indígena First Nations, George Arcand Jr, declaró antes de la llegada de Francisco: “Es un momento histórico importante para los sobrevivientes del sistema escolar residencial y del daño causado por la Iglesia católica. Todos hemos sido golpeados por este sistema, directa o indirectamente. Estas excusas reconocen cuánto hemos vivido y crean una oportunidad para la iglesia de reparar sus relacionas con los pueblos indígenas de todo el mundo. Pero no termina acá. Este es sólo el comienzo”.